jueves, 26 de junio de 2008

El hombre, la mujer y la serpiente entre ellos (II) Michael Laitman

Judaísmo
El hombre, la mujer y la serpiente entre ellos (II)
''De todos los árboles del jardín comerás, pero del árbol del conocimiento no comerás, porque al hacerlo, morirás", (Génesis 2, 16-17).
El primer libro de la Torá parece advertirnos de manera contundente qué pasaría al desobedecer tal advertencia. ¿Será que se trata de una simple historia o acaso tiene vigencia hoy en día?


El Árbol del Conocimiento
Seguramente muchos se preguntarán: ¿qué es esta prohibición tan grave que puede costarnos la vida? ¿A qué se refiere la frase, comer del Árbol del Conocimiento? ''La Cábala nos explica que comer" significa recibir el placer que da el Creador. Y el Árbol del Conocimiento es el placer total que el Creador desea dar; sin embargo, como el alma aún no estaba preparada para recibirlo, se le llamó el fruto prohibido".
El alma, hasta este punto, consistente en Adam y Eva, no había completado su proceso de desarrollo. Así que al comer del fruto prohibido" (recibir el placer del Creador), el alma sería vencida por el placer y perdería su conexión con el Creador: el atributo de otorgamiento. En otras palabras, el alma caería a un nivel en que estaría totalmente separada del Creador y controlada totalmente por el ego: el mundo corporal.
Así lo explica Rabí Baruj Ashlag (Rabash): no podía ingerir del árbol del conocimiento con la intención de otorgar, sino que lo ingirió con la intención de recibir. Esto es llamado el aspecto del corazón. Es decir que el corazón quiere únicamente lo que le trae beneficio propio. Y éste fue el pecado del árbol del conocimiento" (Artículo Nú12, 1984).
Al principio, lograron mantenerse alejados del fruto prohibido", hasta que el Creador intervino una vez más. Lo hizo, pues era preciso que el alma descendiera al mundo corporal con el fin de desarrollarse, y el Creador deseaba acelerar" el proceso. Esta vez, contrató a la criatura más sinuosa de todas para realizar el trabajo: la serpiente".

La serpiente
No se trata del animal muy conocido de la familia de los reptiles. "Serpiente" se refiere al ego que existe dentro de todos y cada uno de nosotros. En el Jardín del Edén, la serpiente (el ego) coacciona a Eva (la voluntad del alma de recibir) que propulsa a Adam (la capacidad del alma de dar, como el Creador) a probar del fruto prohibido (recibir todo el placer del Creador), aún cuando todavía no estuvieran listos para ello. El resultado fue que ambos se desconectaron del Creador.
El placer de probar el fruto prohibido fue tan intenso, que obligó al alma a olvidarse por completo del Creador y del hecho que todo el placer provenía de Él.
Como resultado, la relación que tenían Adam y Eva con el Creador se revertió. Fueron expulsados del Jardín del Edén", perdieron su nivel espiritual y cayeron al nivel corporal que se llama nuestro mundo".
Hoy en día, la historia continúa: Adam y Eva representan las raíces espirituales de nuestras almas. Aunque en el mundo espiritual estamos unidos como una sola entidad, en el mundo corporal estamos desconectados, incapaces de entendernos los unos a los otros.
¿Qué podemos hacer al respecto? En primer lugar, la Cábala nos dice que los esposos deben darse cuenta de la existencia de esa serpiente que existe entre ellos. Tienen que comprender que el ego es la única fuente de cada problema que se suscita en una relación. Usualmente, la serpiente nos controla con tanta astucia que ni siquiera nos percatamos de que ella es la raíz y causa de toda desavenencia.
En segundo lugar, los esposos deben darse cuenta que el matrimonio es más que una institución inventada por los humanos. Forma parte de un proceso exhaustivo, espiritual, para volver a unir dos partes de un alma. Estar conscientes de esto nos facilitará la cooperación entre los esposos. Sin embargo, no podemos salir adelante si intentamos superar los obstáculos únicamente en el nivel de este mundo, viendo sólo el interés de los objetivos mundanos.
Si deseamos que nuestra relación sobreviva y prospere, debemos imbuirla con su verdadero significado espiritual. Y esto se puede hacer sólo cuando la pareja está consciente de su Meta espiritual mutua.
A esto se refería la Cábala al decir: ''Hombre y mujer, si logran, la Divinidad [se encuentra] entre ellos"'' (Talmud Babilónico). En otras palabras, la unidad espiritual entre estas dos partes separadas del alma es lo que crea armonía, y dentro de esa unidad, se revelará el Creador.

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