Elecciones AMIA
Rabino Bergman: “Se terminó que para hablar con la comunidad judía hay que hablar con la AMIA”.
21/5/2008
AJN.- En un reportaje exclusivo con la Agencia Judía de Noticias (AJN), el rabino Sergio Bergman consideró que la nueva conformación de la comisión directiva es "un riesgo y una oportunidad de trabajo" y se refirió al rol de la AMIA como representante de la comunidad.
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El rabino Sergio Bergman, integrante de la Lista 1 "AMIA es de todos" sostuvo que su sector será una minoría "de posición y conversación" dentro del gobierno de la mutual, cuya nueva presidencia será ocupada por dos miembros del movimiento observante ortodoxo.
"Con nuestros hermanos raigales tenemos que hablar, no de política sino de Torá y Halajá", expresó, y manifestó cómo funcionará la institución a partir del próximo 12 de junio. El rabino se refirió a la relación con la ortodoxia, con la política nacional y del papel específico de la mutual.
¿Cuáles serán las competencias de la mutual en relación a la política nacional?
No hay peligro para el vínculo con la sociedad argentina. Hay un acuerdo de preservar el objeto estatutario de AMIA de trabajar para la comunidad y no necesariamente involucrarse en los temas políticos nacionales. Esto implica seguir participando en la sociedad argentina pero no a través de la AMIA, que se dedica a la comunidad judía. Hay que cuidar que los temas públicos de la sociedad argentina se diriman a través de la participación en la sociedad argentina. Y cuando sea consultada por temas de política nacional, le vamos a pedir que no se expida, y que los referentes que representen a la comunidad en esos temas lo planteen o lo propongan.
¿Cómo es vista la nueva composición de la comisión directiva?
Algo que siempre pasó y la gente no sabía, y ahora se pone de manifiesto es que la AMIA siempre tuvo un rabinato central ortodoxo, pero a la hora de salir a la calle salía con nosotros, con los rabinos integrados progresistas conservadores. Entonces la sociedad argentina nos veía a nosotros representándola en la calle argentina y no sabía que los temas judíos los manejaba la ortodoxia. Ahora queda claro que también la conducción de la AMIA es raigal.
Vamos a pedir que la AMIA vuelva a su lugar, luego de correrse de su función a partir de la tragedia del año 1994, y no se exponga a posiciones que a veces la sociedad argentina puede entender como separacionistas.
¿Cómo trabajará a partir de ahora la conducción de la AMIA?
No tenemos ninguna garantía, sino una oportunidad de trabajo. Esto significa un riesgo para todos, por el hecho de que es la primera vez en la historia que una expresión minoritaria de la comunidad judía tiene representación emblemática por ejemplo en la presidencia y la mayoría de la comisión directiva.
¿Qué implicancias tiene este hecho?
Estamos un poco conmocionados con esta novedad, pero al mismo tiempo, para nosotros como judíos conservadores, es la primera vez que no nos prometen nada pero se sientan en una mesa a conversar con nosotros sin intermediarios, que es un tema no menor, porque es un reconocimiento de legitimidad como interlocutores. Es un riesgo, y con esa cautela de riesgo es que avanzamos.
¿Cuál es el vínculo de la Lista 1 "Amia es de Todos" con el movimiento observante ortodoxo que gobernará la AMIA a partir de junio?
Nosotros ya sabemos lo que opinan los hermanos raigales sobre lo que creemos que nos corresponde y queremos hablar con ellos para que lo reconsideren sin traicionar sus principios, sino sosteniéndolos de manera más amplia, pero no queremos que vengan quienes no están regulados ni por la Torá ni por la Halajá (ley judía). Ellos saben cuáles son nuestras posiciones y saben que queremos dirimir adentro pero saben también que no vamos a ceder, lo que no implica reconocer que si ellos gobiernan, nosotros somos minoría, pero no sumisa y de entrega sino de posición y conversación. Pero estamos optando por dirimir primero adentro de la comunidad, lo que no queremos que sea una instancia de salir afuera a pedir la legitimación de nuestras posiciones y nuestros derechos.
¿Cómo será ese diálogo?
La minoría también tiene derechos, y hablamos de una conversación declamativa: AMIA es de todos, todos estamos en la comisión directiva. Hay que transformar ese hecho en derechos, y que los hermanos raigales, con sus ojos, nos den lugar a todos. Nosotros tenemos principios, que son los que presentamos en nuestra plataforma de campaña. Si bien no vamos a poder desarrollarlos, porque no ganamos, vamos a sostenerlos y pedir que se contemplen esos puntos.
¿Se podrán conciliar las diferencias al interior de la mutual?
Lo que podemos es trabajar juntos en lo que podamos, y las diferencias, dirimirlas. Tanto nosotros como la lista 4 Bloque Unido Religioso tenemos principios, aunque no coinciden y están contrapuestos. Pero si hay un cisma, queremos dirimirlo adentro. Porque los que tradicionalmente rezaban con nosotros, a la hora de hacer política eran los primeros que nos abandonaban. Entonces, con los raigales tenemos que hablar, no de política, sino de Torá y Halajá. Si no podemos resolver, daremos cuenta de que intentamos pero no pudimos.
¿Qué implica ser parte, aunque minoritaria, del gobierno de la AMIA?
Es un instrumento para seguir luchando por los mismos principios. Ahora tenemos compromiso de explicar a la gente que vamos a hacer y tener la coherencia de comunicar y decir que sí y qué no: hay un desafío comunicacional y pedagógico, aunque nuestros electores a veces son mas consumidores que responsables del destino de lo que tenemos que hacer. No tenemos tranquilidad absoluta, tenemos riesgo de equivocarnos pero preferimos arriesgar por un cambio
"AMIA es de Todos" está integrada por miembros del movimiento conservador. ¿Cuál es la relación con los otros representantes conservadores nucleados en el Frente Unido Comunitario liderado por Abraham Kaul?
Las listas 1 y la 3, que tenemos coincidencias del perfil de gente, ideológicas, quedamos entrampados por la vieja política comunitaria, donde se priorizan manejos de tipo corporativo y personal en lugar de principios. Nosotros presentamos principios y perdimos. La lista 3 no presentó ningún principio que no sea imponer un presidente, salió segunda. De hecho, lo que a la gente confunde es que la 1 y 4 son listas con principios, la 3 tiene una conformación de tipo personal. Nos duele el hecho de que podríamos haber llegado a una mayor representación del movimiento conservador con anticipación y otra manera de hacer las cosas. Nos duele que le habíamos pedido a (Abraham) Kaul un acto de renunciamiento histórico para que sea arquitecto de un frente de unidad, le dijimos: "sé vos el que de garantías a todas las partes, que sin ser presidente nos llames".
¿Cambia la comunidad judía con la ortodoxia al frente de la AMIA?
La AMIA no es la comunidad judía, es la kehilá, la mutual de Buenos Aires. Hoy más claramente identificada es la comunidad ashkenazí ortodoxa de Buenos Aires, que nos invitó a otros, que no lo somos, a que participemos. Como nosotros no queremos seguir con el error histórico de la arrogación de la representación ilegítima de que la AMIA es la comunidad judía argentina, estas cosas ayudan a decantar. Nuestros hermanos raigales no conducen la comunidad judía argentina. Que hasta ahora la conducción de la AMIA impuso el marketing de que para hablar con la comunidad judía argentina hay que hablar con la AMIA, eso se terminó.
Que se levanten nuestros hermanos de las provincias, que el judaísmo sea federal, diverso, plural, porque nada empieza y termina en AMIA. Habrá que pensar un nuevo rumbo, pero esto es un riesgo y una oportunidad.
miércoles, 21 de mayo de 2008
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