domingo, 19 de agosto de 2007

LOS NUEVOS CONVERSOS...AL JUDAISMO (1)


LA EXTRAORDINARIA HISTORIA DE LOS PERUANOS QUE ELIGIERON SER JUDÍOS
En LA REVELACIÓN, Graciela Mochkofsky narra el peregrinaje de una comunidad en busca de su fe

El labriego peruano Segundo Villanueva descubre en la lectura de la Biblia un camino de fe, germen de una creencia más pura. Ve en esa nueva y utópica aventura cómo se tuerce un destino ancestral y se forja uno nuevo. Es el líder de una comunidad que en pleno siglo XX y a miles de kilómetros de Israel decidió convertirse al judaísmo. Adopta todos sus mandatos entre la aridez de las montañas andinas y la jungla del Amazonas. Esa comunidad lo logra. Y llega, tras una "caminata" épica, a los Territorios Ocupados, en el corazón del convulsionado Medio Oriente de nuestros días, donde vive en la actualidad.

¿Suena inverosímil? Casi, casi novelesca. Graciela Mochkofsky eligió, sin embargo, las armas del periodismo para su relato de no ficción La Revelación. Una historia real (Planeta/Seix Barral) . Y con el rigor y la fuerza de la investigación acerca a esos personajes contemporáneos -a quienes conoció y entrevistó- en la búsqueda de una historia conmovedora, que hace revivir relatos épicos de tiempos idos.

El peregrinaje religioso de la comunidad peruana de Cajamarca comenzó cuando Villanueva se sumergió en la lectura literal de la Biblia, libro que heredó de su padre asesinado. De a poco comenzó a poner en tela de juicio el catolicismo que profesaba su pueblo desde la llegada de Pizarro a la tierra del Inca.

En el largo proceso de conversión religiosa pasaron del catolicismo por otras religiones hasta llegar a adoptar la fe judía ultraortodoxa. Se convirtieron y emigraron a Israel, donde fueron llevados a Cisjordania, los territorios ocupados. Y allí están todavía.

Mochkofsky cuenta cómo descubrió la historia. "En septiembre de 2003 vi en Internet una vieja carta de un rabino que, en inglés, contaba la historia de esta comunidad. Tenía un teléfono para quienes quisieran hacer donaciones. Me pareció tan extraña y extraordinaria que llamé. La mujer que me atendió descubrió que yo hablaba español. Ella era peruana. Me contó que formaba parte de esa comunidad, que se había convertido, y que era la esposa del rabino; y que el rabino había muerto. Me confirmó lo central y al mes me fui a pasar un tiempo con ellos a Israel. La investigación me llevó tres años y medio."

No es la primera vez que Mochkofsky se toma tiempo para escribir un libro. Es el tercero de una producción que abrió el fuego hace cuatro años con Timerman , la biografía del fundador de La Opinión , y Tío Boris , la historia del propio tío abuelo de la autora que participó de la Guerra Civil Española.

La influencia del periodismo -la autora trabajó en LA NACION y en Página 12 , entre otros medios- es un punto que considera favorable a la hora de abordar las historias que escribe: "La narrativa de no ficción permite ser más profundo y planificar más a largo plazo: es una razón por la que hago los libros y dejé el periodismo diario."

Y reconoce que este, su tercer libro, es el "más literiario", pero insiste en que también está basado en el relato de las fuentes. "Nunca, en mi caso, está la tentación de inventar hechos porque la historia lo requiere. Todo lo contrario. La forma está al servicio de la información", argumenta.

Bien original

Sumergirse primero en el Perú y luego en Kfar Tapuaj, Cisjordania, donde vive la comunidad convertida, ayudó a componer esta historia real, actual y contemporánea.

"El líder de esta comunidad descubrió la Biblia en los años 40, cuando era un adolescente. Y logró que el primer grupo se convirtiera al judaísmo en 1991. Villanueva vive ahora en Tapuaj", relata Mochkofsky, que durante la entrevista con LA NACION dijo que ya le confirmaron que su nuevo libro será traducido al portugués.

-¿Hay también una historia dentro de la historia?

-Se puede leer como una historia sobre la fe. Se plantea una pregunta: ¿qué pasa cuando se quiere alcanzar la verdad mediante la fe? Lo que le ocurre a Segundo Villanueva es que entiende que en la Biblia está la verdad e intenta durante décadas y décadas llegar a la verdad absoluta y eso le lleva toda su vida.

-¿Hay otras historias como esta con otras comunidades en algún lugar del mundo?

-No. Es una historia casi única. Es la primera comunidad que se convierte entera viniendo del catolicismo. Por la sola fuerza de la fe... La única historia parecida es la de un pueblo italiano llamado San Nicandro que, durante la Segunda Guerra Mundial, iniciaron un proceso parecido de reconversión colectiva, pero llegaron a Israel a comienzos de los 50, en los albores del Estado de Israel. Hasta donde sé la experiencia fracasó y la comunidad o gran parte de ella se volvió a Italia. Lo que termina de convertir la historia de los peruanos en única es su éxito, que los nietos de Segundo Villanueva sólo hablan hebreo y son israelíes como cualquier israelí.

El personaje que empuja la historia, Segundo Villanueva, se alcanza a componer como un Moisés de los tiempos modernos.

-¿Hay una analogía entre Villanueva y Moisés?

-El Antiguo Testamento moldeó en buena medida la imaginación y la vida de Segundo Villanueva. De hecho, el primer nombre que eligió para su Iglesia fue Israel, pero más tarde comprendió que no podía reclamar ese nombre y decidió llamar a su comunidad "Hijos de Moisés".

El folleto de promoción - sampler para el mundo del marketing-, una original miniatura del libro en el que se adelanta el primer capítulo, también hay una entrevista a Mochkofsky. Una de las preguntas es si La Revelación es el relato de un éxito o de un fracaso.

La autora contesta: "Desde el punto de vista de la comunidad es, sin dudas, el relato de un éxito: partieron de la pobreza urbana del Perú, de un catolicismo impuesto, y eligieron por sí mismos una nueva identidad, a partir de su fe, y lograron partir hacia otro mundo y otra vida, la vida en Israel, en mejores condiciones y según el estilo de vida que deseaban. Pero hay otros niveles, más personales algunos (como el propio Villanueva) y más generales otros (el marco político actual, por ejemplo), y allí cada cual juzgará si se trata de éxito o fracaso, y para quién. Estoy segura de que no todos lo evaluarán del mismo modo y eso me parece bien. Cualquiera sea la opinión, la historia humana que relata es tan extraordinaria que espero que será apreciada por todos".
Mochkofsky se decidió a escribir esta historia como una fábula. "Sencilla y, espero, universal", dice.
Por Alejandro Di Lázzaro
De la Redacción de LA NACION

1 comentario:

Anónimo dijo...

Admirable historia de vida y ejemplo de fé.
Felicitaciones por el articulo.
Silvio Núñez