viernes, 11 de julio de 2008

Operación “Jaque”, el Entebbe latinoamericano George Chaya

Operación “Jaque”, el Entebbe latinoamericano
Con el rescate de estos 15 rehenes, el grupo de secuestrados que las FARC considera "canjeables" por guerrilleros detenidos se redujo ahora a tres civiles y 22 militares y policías. Si la liberación de los rehenes restantes no se consigue por la vía de la negociación hay que tener confianza en las fuerzas militares, mal que le pese a déspotas regionales.
En Entebbe, un comando israelí hizo historia rescatando a rehenes civiles secuestrados en medio de África
En Entebbe, un comando israelí hizo historia rescatando a rehenes civiles secuestrados en medio de África

Por George Chaya

La ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y once soldados y policías recobraron la libertad tras una inédita y exitosa operación militar del gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez. Este feliz desenlace debe ser celebrado por el mundo libre como una trascendente victoria contra el terrorismo criminal que tanto daño ocasiono a Colombia y a diversos países del planeta.

El rescate fue realizado en lo que se denomino "Operación Jaque Mate”, puesta en marcha por la inteligencia del ejército nacional colombiano infiltrando a las unidades terroristas de las FARC y haciendo creer a Gerardo Antonio Aguilar “alias César” y a Alexander Farfán “alias Enrique Gafas”, los dos comandantes del batallón narcoterrorista que mantenía a los secuestrados que iban a una cita con el máximo jefe terrorista "Alfonso Cano".

Además de Betancourt y los tres estadounidenses, fueron liberados los militares y policías Juan Carlos Bermejo, Raimundo Malagón, Erasmo Romero, José Ricardo Marulanda, William Pérez, José Miguel Arteaga, Armando Flores, Vaney Rodríguez, Jairo Durán, Julio Buitrago y Armando de Castellanos.

La operación militar se cumplimentó sin efectuar “un solo disparo” en el departamento selvático del Guaviare (sur) coordinando con Vaupés al sudeste de Colombia desde donde los liberados fueron trasladados a Bogotá, mientras los estadounidenses Thomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonçalvez fueron llevados inmediatamente a su país.

Con el rescate de estos 15 rehenes, el grupo de secuestrados que las FARC considera "canjeables" por guerrilleros detenidos se redujo ahora a tres civiles y 22 militares y policías. Si la liberación de los rehenes restantes no se consigue por la vía de la negociación hay que tener confianza en las fuerzas militares, mal que le pese a déspotas regionales como los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez o de Ecuador, Rafael Correa quienes como es de publico conocimiento han apoyado el terror de las FARC desde los aparatos propagandísticos que financia el dictador venezolano con dinero proveniente del petróleo esquilmado a su propio pueblo.

En cualquier caso, finalmente ha quedado demostrado que la democracia colombiana no ha necesitado de la mediación de Chávez para liberar a Betancourt, se alcanzo ese objetivo con las herramientas de las instituciones democráticas y no fue necesario “el socialismo del siglo XXI” ni sus borracheras de odio. Más allá del feliz resultado de la operación es imperativo recordar que por los últimos tres años Chávez bastardeo desvergonzadamente la cuestión humanitaria, las familias y la vida de los rehenes con sus payasadas mediáticas haciendo uso y abuso de excusas y mentiras con la única finalidad de alcanzar acuerdos que beneficiaran al grupo terrorista. La realidad se impuso a las mentiras, a la complicidad y cobardía de no pocos gobiernos latinoamericanos. Los colombianos eligieron a Álvaro Uribe, no eligieron a las FARC y su sistema democrático funciono como debía.

Cada día queda mas expuesta la verdad de la justicia por sobre la maldad de una dirigencia anacrónica, dictatorial y portadora de rancia envidia pueblerina contra el presidente colombiano y su dignísimo pueblo. La falacia de las argumentaciones y posiciones de encubrimiento, apoyo y financiación hacia las FARC y el narcoterrorismo regional de la trilogía Quito-Managua-Caracas se derrumba inexorablemente ante las acciones del gobierno colombiano. Por estas horas, aquellos vándalos y pendencieros que han irrespetado y agredido soezmente al presidente Uribe y a los ciudadanos del pueblo de Colombia se congratulan por la liberación de Ingrid y sus compañeros de cautiverio a manos de los terroristas que defendían escasos días atrás, sus posiciones muestran claramente el cinismo y la dualidad de una izquierda latinoamericana tan retrograda como peligrosa y falsa en sus preceptos y acciones.

El presidente Uribe sabe que debe extirpar de manera definitiva el terrorismo criminal que encarnan las FARC si desea colocar a su país en la senda del progreso y el modernismo, el deberá continuar en la dirección actual con firmeza en el timón como hasta ahora. Es cierto que el presidente ha tenido éxitos y sinsabores en estos años, pero el va en la senda correcta. Lo que resta al presidente Álvaro Uribe Vélez es recuperar palmo a palmo el extenso territorio selvático de su bonito país. Seguramente Uribe lo hará, las FARC saben que no tienen más opción que renunciar a la lucha armada y cambiar las armas por la participación democrática en la vida de su país o perecer.

No hay duda que si hay tercer mandato del Presidente Álvaro Uribe Vélez las FARC estarán muertas, los colombianos lo saben, el mundo libre y los demócratas lo han comprendido, todos deberán apoyar a Uribe, pues el representa desde su gestión el ataque frontal a la guerrilla terrorista y criminal en el continente latinoamericano. El presidente Uribe ha demostrado sobradamente estar a la altura de la realidad escénica todos estos años y esta dispuesto a pagar el precio, el nunca lo ha negado. Hoy la aceptación popular de Uribe alcanzar el 88 por ciento dentro de Colombia y probablemente sea el presidente con mayor índice de aceptación a nivel mundial. Este marco, da por tierra con cualquier discurso en su contra por parte de déspotas latinoamericanos favorecedores del terrorismo y saqueadores de sus pueblos, realidad esta, que excluye cualquier análisis respecto de tales tiranos, sus gobiernos y gestiones hambreadoras y el papel de oscuros carceleros que ejercen sobre sus conciudadanos.

¿Donde están ahora aquellos latinoamericanistas que sostenían “progresivamente” que había que esperar y rechazaban la mínima mención de opciones militares? Algunos se mantienen en vergonzoso silencio. Otros, aquellos que aun en la derrota política necesitan de cámaras de TV y micrófonos pagos para hacer su show. Pretenden convertirse en pacifistas y hombres inclinados a la legalidad, cuando en realidad no lo son, y felicitan a Uribe, jugando el papel que mejor les calza: el de históricos perdedores, profundizando así su ridículo personal.

Chávez, me recuerda al ministro de informaciones del régimen de Saddam Hussein. ¿Recuerda usted al ministro Iraquí Mohamed Said Al-Sahhaf en sus declaraciones transmitidas por CNN aseverando que estaban ganando la guerra? Cuando la realidad era que las tropas estadounidenses ya estaban en las calles de Bagdad. Eso es Chavez hoy, una paupérrima copia del patético señor Al-Sahhaf .

La operación del ejército colombiano no solo propició la liberación de Ingrid Betancourt y de los demás secuestrados felizmente rescatados, sino que asesto un golpe estratégico a los terroristas de las FARC comprometiendo su supervivencia en el corto plazo cuya magnitud e importancia se apreciara en los próximos meses.

¿Qué va a pasar con las FARC?, ¿Qué estrategias utilizaran en el futuro?

Los escenarios posibles se presentan con no muchas variables para los terroristas, probablemente se produzca una mayor descentralización de sus mandos en el intento de evitar nuevas infiltraciones e intercepción en su sistema de comunicaciones, que ya ha sido vulnerado ampliamente. Es posible también que le pasen factura de lo sucedido a Alfonso Cano -sucesor del mítico Tirofijo- por su política de acercamiento a la comunidad internacional y sus amagues de negociación. Puede que se produzca una crisis y fractura en el Secretariado y se busque un “necesario” culpable. No hay que descartar así mismo, la posibilidad que al perder relevancia política nacional e internacional con el rescate de los secuestrados extranjeros y de Betancourt, los terroristas pretendan recuperar espacio por medio de la vía militar. En cualquier caso, es muy posible que se genere una desestructuración de la cúpula del Secretariado. El resultado podría ser de una mayor dispersión y autonomía de cada agrupación de las FARC y el consiguiente debilitamiento de la Organización Narcoterrorista como estructura a nivel nacional.

A diferencia del pasado, el grupo terrorista ya no esta liderado por personas de escasa formación intelectual. La nueva conducción del Secretariado incluye no pocos miembros con educación universitaria y una visión estratégica más moderna que sus antiguos e históricos jefes. Esto podría allanar gestiones y negociaciones que abran el camino a la libertad de militares y políticos que aún conservan secuestrados, lo que a su vez, podría facilitar un proceso de pacificación y continuarían utilizando a los rehenes para forzar su presencia en la agenda política nacional e internacional.

Si las FARC se mostraran dispuestas a conciliar en un proceso de paz habrá que ver que estén dispuestas a dar, y en todo caso, que será lo que puedan obtener, pues en las condiciones actuales el clima que les rodea es muy cercano al de rendición.

Como sea, luego de cuatro décadas de guerra, el grupo terrorista no está en posición de exigir mucho y la única forma de demostrar que todavía tiene fuerza seria ejecutar operaciones militares y ataques sobre centros urbanos y ciudades importantes del país, algo que si bien no es imposible, no le resulta fácil de ejecutar en esta etapa. Y si pudieran hacerlo, les generaría una mayor imagen negativa y contraproducente, pues evidenciaría aun más su ilegitimidad frente a la opinión pública local e internacional.

Lo cierto es, que por estas horas y por primera vez en 45 años, la comunidad internacional le exige con firmeza al grupo terrorista que libere a los demás secuestrados y muestre sinceramente su voluntad de paz, si es que la tiene. Las FARC tienen la palabra de ahora en más. El presidente Uribe Vélez y el ejército nacional de Colombia les han adelantado cual será su destino si eligen la opción equivocada y rechazan el proceso de paz y la mano extendida.

Definitivamente, las FARC están en la posición mas incomoda de su historia, los terroristas deberán escoger entre su extemporáneo y perimido proyecto de toma del poder por medio de la lucha armada o si por el contrario, abandonan la vía militar y se sientan a una mesa de negociación con una agenda democrática y de pacificación nacional.
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