jueves, 9 de agosto de 2007

COMUNIDAD DE EL SALVADOR


RELIGIONES POR LA PAZ, EN EL SALVADOR

Claudio Kahn.

Emblema de la Comunidad Israelita de El Salvador.
Por Claudio Kahn.
San Salvador (CJL-OJI) – El siguiente discurso fue pronunciado por Claudio Kahn, ex presidente de la Comunidad Israelita de El Salvador, en el Segundo Foro Religiones por la Paz y Cumplimiento de Objetivos de Desarrollo del Milenio, que se realizó en la Iglesia Episcopal Anglicana de El Salvador el día 4 de julio de 2007.


“Buenas noches a todas y a todos.

Siete minutos es muy poco tiempo para tratar un tema tan importante como es el desarrollo del milenio. Voy a hablarles de lo que me parece más esencial, para avanzar en este proyecto de cambio de mentalidad a fin de poder convivir en este mundo tan cambiante.

Primero, creo que tenemos que reflexionar todos sobre el cambio y el avance tecnológico que se ha venido produciendo conforme pasan los años. Vivimos en un mundo diferente, donde esos cambios han producido cosas positivas y cosas negativas. No podemos hacer nada para detener esos cambios. Sin embargo, podemos analizarlos de una manera racional y no oponernos a ellos de una forma sistemática. Hay que ver lo bueno y también lo malo.

Creo que Religiones por la Paz es un esfuerzo de tolerancia y armonía; es un ejemplo que nos puede ayudar en el desarrollo del milenio. No podemos, desde ningún punto de vista, justificar la violencia. La historia nos ha enseñando que cuando se quiere justificar la violencia, siempre se termina con una tragedia en donde sufren y mueren muchas personas. Di-s, por medio de Moisés, nos entregó en el Monte Sinaí los Diez Mandamientos que son la base para la convivencia universal. Si todos los hombres del mundo creyente en un solo Di-s cumpliera con estos Mandamiento, creo que no habría tantos problemas en la Tierra.

La Biblia judía dice: “Ama al otro como a ti mismo, ama al extranjero como a ti mismo”. Este mandamiento no pudo impedir la guerra que hicieron los hebreos hace más de 30 siglos en Canaán.

La Biblia cristiana afirma: “Amáos los unos a los otros”. Esto no impidió las guerras de religión y los genocidios en la Europa cristiana.

El Corán dice: “Oh, hombre: Yo los hice a cada uno diferentes”. Esto no impidió las guerras de conquista con miles de muertos, ni la violencia contra los no musulmanes, tanto ayer como hoy todavía.

Para poder desarrollar el mundo tenemos que luchar para disminuir la polarización, Matin Luther King decía que “El problema no es la maldad de los malos, sino el silencio de los buenos”. Creo que en todos los países del mundo hay más gente buena que gente mala. Lo que pasa es que al gente buena no se expresa, a veces por miedo y a veces por desinterés. Tenemos que motivar en todo el mundo a la gente buena para que alcen sus voces en pro de la convivencia, la libertad y la tolerancia. Para que podamos vivir todos juntos, cada uno de nosotros tiene que reconocer al otro así como es y aceptarlo como un ser igual.

Cristianos, musulmanes, judíos y todas las religiones, tienen que considerar a todos los habitantes del planeta como seres iguales, y también tenemos el derecho de exigir de parte de ellos que nos consideren sus iguales aquí y en todo el mundo.

Como creyentes tenemos que afirmar que somos todos criaturas de un ser divino y supremo llamado Di-s, y que Di-s nos quiere a todos nosotros de manera igual, ya sea que creamos o no en Él, aunque seamos cristianos, musulmanes, judíos o de otras religiones.

(Fuente: “El Kehilatón” de la Comunidad Israelita de El Salvador).

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