domingo, 28 de septiembre de 2008

MENSAJE DEL SR. YOSEF LIVNE, EXCMO. EMBAJADOR DE ISRAEL EN MÉXICO

Bienvenido el año 5769
El próximo 29 de septiembre, las personas que profesamos la fe judía conmemoraremos la llegada de un nuevo año, el 5769.

En Israel, este suceso es acompañado por una reflexión sobre el año que finaliza y por esperanzas del que comienza. El que está por concluir ha sido un año lleno de acontecimientos. En primer lugar el festejo de los 60 años de nuestra independencia. Sobre este tema, tuvimos la oportunidad de conocer de cerca el largo listado de logros que hemos registrado: Nuestra economía sigue creciendo a pesar de la crisis económica mundial. En el primer semestre del año en curso, se alcanzó un crecimiento anual de 5.3%. La desaceleración económica mundial y el fortalecimiento de nuestra moneda, entre otros factores, nos lleva a creer que al final de este año la economía israelí registrará un crecimiento de 4.2%, y en el 2009 un 3.5%. El reto que Israel enfrenta es aumentar el PIB per cápita en función al poder adquisitivo, ya que el nuestro alcanzó un 77% del promedio en los países del OECD. La solidez de la economía israelí se ha manifestado en el alto nivel de las inversiones extranjeras. En la primera mitad del 2008, 5.3 mil millones de dólares fueron invertidos, de los cuales 4.8 mil millones corresponden a la inversión directa. Israel aún se mantiene entre los países líderes en cuanto a inversión en investigación y desarrollo, que corresponde al 4.7% del PIB. Aunque todavía faltan 3 meses para que finalice el 2008, podemos afirmar que el turismo se ha recuperado y si la tendencia actual permanece habremos recibido más de 3 millones de visitantes durante el año. Los avances en la ciencia, la vitalidad de nuestra cultura y el progreso económico no pueden ofuscar los acontecimientos en el escenario político interno. El día 17 de septiembre del 2008 adquirió un significado especial para los israelíes. Las elecciones internas en el partido Kadima representaron tan solo una faceta de ello. Sin entrar en consideraciones políticas partidistas o afirmaciones legales, no se puede negar que a partir de entonces la democracia israelí volvió a demostrar su vigor. El escenario político cambió y el país comenzó un nuevo capítulo. Si hay una conclusión objetiva de los últimos eventos políticos, ésta es que la voz del pueblo se hace escuchar y que la clase política no puede ignorar los sentimientos populares. Hoy, la Señora Livni es la nueva líder del partido Kadima, y posible Primera Ministra de Israel. En las semanas venideras seremos testigos de un esfuerzo para formar un nuevo gobierno. Los israelíes deseamos estabilidad política que nos permita enfrentar los desafíos que nos esperan tanto dentro como fuera del país. No obstante las continuas conversaciones que hemos sostenido con nuestros vecinos los palestinos, aún no podemos anunciar un acuerdo. Sin embargo, Israel reafirma su compromiso de seguir con los esfuerzos para lograrlo. Los que creemos en la coexistencia pacífica y en la solución de conflictos por medio del diálogo, debemos estar preparados a agotar todos los caminos para alcanzar nuestro objetivo. Israel se compromete a continuar en este sendero también en el nuevo año. Para nosotros, la Paz no es una meta táctica, es un valor básico de nuestra identidad como nación y pueblo. Lamentablemente nuestra región vive bajo la sombra del fundamentalismo y del odio. Las fuerzas del mal, cerca y más allá de nuestras fronteras, no cesan sus amenazas contra mi país. La crueldad manifestada por los terroristas de Hizbullah, aquel día de julio cuando hasta el último momento jugaron con los sentimientos de las familias, es superada solamente por la arrogancia de su líder. Ésta, a su vez refleja fielmente el odio de su amo. Israel no es un país débil, ni mucho menos. Es un país que desea vivir en paz con sus vecinos. Acompañamos de cerca los preocupantes acontecimientos de nuestro alrededor y apoyamos los esfuerzos de la comunidad internacional para frustrar aquellos pasos que podrían peligrar la estabilidad regional y mundial. No me cabe duda que la referencia es suficientemente clara. Al concluir el año 5768, los israelíes encaramos el futuro con los pies bien plantados en la realidad pero con una fe inquebrantable en un futuro mejor.
Shana Tova Yosef Livne Embajador de Israel en México

Fuente Embajada de Israel en Mexico

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