El mundo virtual
Rav Dr. Michael Laitman
Vivimos en una época en que construimos mundos virtuales para escapar de las actividades cotidianas, pero en realidad no logramos huir de nosotros mismos. Sólo una conexión más profunda entre los seres humanos, nos conducirá hacia la verdadera libertad.
En los últimos veinte años se han descubierto numerosas técnicas que hacen uso avanzado del medio virtual: Almacenamos fotografías y compartimos en la red películas de video que hemos producido nosotros mismos. Hemos llegado al punto en que podemos mostrarle simultáneamente una misma película o fotografía a tía Rosita que vive en Los Ángeles y a nuestra abuela que se encuentra en la ciudad de México. También el campo de la medicina contribuye a esto, y en cualquier hospital podemos ver imágenes de órganos de nuestros cuerpos por medio de aparatos médicos de avanzada.
En resumen, podemos encontrar muchos ejemplos en nuestras vidas de situaciones en las cuales aparentemente nos desconectamos” de la materia.
El escape al mundo virtual
El segundo motivo para buscar refugio en otras dimensiones está implícito en el hecho de que nuestra vida (la no virtual) se ha tornado difícil, y nos pesa mucho.
La humanidad está inmersa en una grave crisis en todos los campos de la vida: divorcios, drogas, desesperación, depresión, crisis en la educación, la desintegración del núcleo familiar, una ecología amenazante, abismos entre clases sociales y la pérdida general de rumbo.
Esta situación deprimente y pujante nos provoca una sensación de ahogo y la persona siente que debe escaparse a otra dimensión, refugiarse en un lugar donde puede desconectarse de todos los problemas que no sabe cómo enfrentar.
Por este motivo se construye marcos en los cuales puede encontrar refugio. A estos lugares se escapa para encontrar paz, satisfacción y emoción.
La lucha por la libertad verdadera
Desde el punto de vista cabalístico estos fenómenos y procesos expresan una necesidad grabada en nosotros de entender quiénes somos. Buscamos un significado, y cuando no lo encontramos en nuestra vida común y en nuestro mundo, tratamos de hacerlo en mundos imaginarios.
Por un lado, el transcurso de nuestra vida está diseñado de tal forma que nosotros no elegimos con qué carácter nacer o dónde educarnos, así llegamos a la adultez ya formados por la sociedad como un pastel horneado en el horno de la vida”.
Alguien nos inculcó una visión del mundo, configuró nuestra manera de pensar e implantó en nosotros valores que no necesariamente deseamos tener. ¿Es qué realmente somos dueños de nosotros mismos? La Cábala explica que no.
Por otro lado, el ego que va creciendo en cada uno de nosotros, nos empuja a buscar la verdadera libertad. Ya no aceptamos vivir de forma que otro dicte las reglas. Aunque en generaciones pasadas nos resignamos a esto, en nuestra generación, ya no. Es por eso que tratamos de luchar por la verdadera libertad, y cuando no encontramos el camino para lograrla, escapamos a un mundo en el cual poder dictar las reglas nosotros mismos.
Pero la naturaleza nos ubicó en este mundo y ha puesto a nuestra disposición las mejores condiciones de desarrollo para que ascendamos al mundo espiritual, sólo que este objetivo generalmente se nos oculta. Cuando entendamos esto, se nos hará explícito que las propiedades individuales, la educación que recibimos y las experiencias que pasamos fueron las óptimas para nuestra preparación en la vida.
Windows para la espiritualidad
La ansiedad por un mundo mágico, en el cual poder establecernos como siempre lo hemos querido, está arraigada en lo más profundo de nuestro interior y expresa una creciente necesidad que tenemos de conocer una realidad distinta, plena y libre.
Por muchos años este impulso estaba latente dentro de nosotros, pero hoy se va incrementando, volviéndose una verdadera demanda por descubrir la espiritualidad.
Según la Cábala, esta atracción hacia la espiritualidad indica que la humanidad ya se encuentra preparada para entrar en la próxima etapa de desarrollo: el reconocimiento del mundo espiritual. En el proceso de preparación hacia el próximo nivel de desarrollo, la realidad virtual juega un papel importante. Nos prepara hacia el desprendimiento de la materia, la desconexión de nuestra identidad corpórea y de las limitaciones de tiempo y espacio. La diferencia es que en contraste con el mundo imaginario, virtual, el descubrimiento del mundo espiritual no constituye un escape de la realidad, sino una experiencia real, verdadera y tangible.
Es así que la próxima generación de los juegos virtuales ya está con nosotros. El start-up que estableció Abraham el Patriarca hace cinco mil años nos espera sólo a nosotros para ser descubierto. Cuando ascendamos hacia allá, nos está prometida una riqueza de colores brillantes en la más alta resolución y, sobretodo, mucha luz.
Todo lo que se requiere es escribir la dirección correcta en el navegador.
* El rabino Dr. Michael Laitman es master en cibernética, doctor en filosofía y Cábala, profesor de ontología y teoría del conocimiento, autor de 40 libros sobre Cábala auténtica .
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jueves, 11 de septiembre de 2008
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