Libros de otro mundo
Cada uno de nosotros seguramente recuerda al menos un libro que le haya influenciado de una manera excepcional. Pero los libros de Cábala son realmente de "otro mundo'', tienen una virtud especial que es capaz de llevarnos a una dimensión superior.
Dice acerca de eso, Baal HaSulam: "Hay una gran virtud maravillosa e inestimable para aquellos que se comprometen con la sabiduría de la Cábala. Y aunque no entiendan lo que estudian, a través del anhelo y el gran deseo de entender lo que están estudiando, despiertan hacia sí mismos, las Luces que circundan sus almas''. ("Introducción al Estudio de las Diez Sefirot'', ítem 155).
En su exterior, los libros de Cábala parecen como cualquier otro, pero en realidad, son algo totalmente diferente: una chispa de Luz que llega a nuestro mundo de un nivel más alto de existencia.
Los textos cabalísticos nos explican sobre las fuerzas que nos activan, la meta de nuestra existencia sobre la Tierra, y para qué vivimos. Pero lo más importante es que también nos proveen las herramientas necesarias para realizar dicha meta y alcanzar así la plenitud.
Los libros de Cábala tienen una raíz superior, son una revelación; por lo tanto, son el medio más alto que puede ser recibido de los cabalistas. Es una verdadera entrega desde las Alturas.
En sus escritos, los cabalistas nos traen todas sus impresiones del mundo espiritual. Así, cuando leemos sus textos, es como si ellos mismos estuvieran llevándonos de la mano por la senda espiritual hasta alcanzar nuestras correcciones.
Los cabalistas le atribuyen mucha importancia a la creación de libros, por lo que a través de las generaciones se han empeñado en esa tarea, ofreciéndolos de corazón y con la intención de acercar el método de corrección al mundo. De modo que mediante la lectura, estos libros nos conducen al bien absoluto.
Baal HaSulam explica claramente sobre la importancia de los textos y su diseminación, en el ítem 30 del mismo artículo:
"Todos los libros que se escriben y se imprimen, son considerados Sabores de la Torá, a los que Atik Yomín ocultó inicialmente, para luego revelarlos de forma que: "el paladar saboreara el alimento'', en donde no sólo que no está prohibido divulgar estos secretos, sino, por el contrario, es una gran Mitzvá [un buen hecho] revelarlos. Y aquel que sabe divulgar y también lo hace, su recompensa en amplia. Porque es la divulgación de estas Luces a las masas, precisamente a las masas, de lo que depende el advenimiento del Mesías, próximamente, en nuestros tiempos, qué así sea''.
¿Por qué precisamente libros y no medios audiovisuales?
El libro contiene una fuerza especial. Al sumergirse en la lectura, el individuo activa una conexión especial; usa células diferentes a las que son activadas cuando ve televisión. Penetra más a fondo el material que lee, se conecta más profundamente con el texto. Por otro lado, cuando observa una lección por algún medio audiovisual, se impresiona de muchas cosas externas.
No hay nada como las palabras y las letras. Nos conectamos a través de la interioridad de ellas, aunque no entendamos cómo eso opera; tal como recibimos información de la televisión, sin tener que saber cómo funciona el aparato mismo.
Así, cuando observamos las letras, la información se asimila y se graba en nosotros, aunque no tengamos idea de cómo eso ocurre. No estamos conscientes, ni conocemos toda esta cadena de información subyacente de las líneas, formas y conexiones de las letras, pero precisamente allí radica el fondo mayor que no hay en los medios audiovisuales.
Las letras no son como imágenes; son símbolos de fuerzas -fuerzas del mundo espiritual- que se juntan de esa manera, tomando formas de letras. La letra es un símbolo que tiene una forma externa, pero por dentro, nuestro cerebro la decodifica de vuelta como una fuerza, aunque no estemos conscientes del proceso. Es decir, proviene de una fuerza, pasa por medio de una forma externa, y vuelve al estado de fuerza.
En el transcurso del desarrollo espiritual, esta forma externa se desvanece y llegamos a ver que jamás hubo ni un libro ni letras, sino que todo era, en realidad, una especie de conexión única entre cada uno de nosotros y El. En otras palabras, las letras, la lectura, el libro, son ocultaciones y revelaciones que existen entre nosotros y el Creador, hasta que llegamos al estado en que desaparecen completamente. Las formas de las letras son mucho más internas que otras cosas que vemos, porque cuando vemos la televisión, por ejemplo, escuchamos a una persona hablar, pero ver y escuchar son cosas totalmente diferentes. La conexión mediante el texto es mucho más intensa y directa; se trata de símbolos muy cercanos a la espiritualidad. Por lo tanto, leer libros de CábalA significa embarcarnos en un sendero hacia las profundidades de nuestro corazón, y encontrar nuestra alma llena de Luz.
El libro de CábalA está diseñado para todos aquellos que estén interesados en alcanzar nuestra meta común y sentir la gran felicidad que nos aguarda tras su realización: la revelación de la Divinidad a todos los habitantes de la Tierra.
Michael Laitman
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jueves, 12 de junio de 2008
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