jueves, 9 de agosto de 2007

LOS SUPER ABUELOS

LOS SÚPER ABUELOS EN ARGENTINA - UN EJEMPLO PARA IMITAR
Son los abuelos del siglo XXI. Activos, alegres y ágiles. Todos ellos pretenden tener una mejor calidad de vida.
La tercera edad solia ser una etapa de reclusión, enfermedad y cansancio. Cuando el momento de la jubilación ha llegado, parece que todo termina. Pero para “los Súper abuelos” no es así. Ellos transgreden todas las características del estereotipo de una persona mayor para continuar siendo jóvenes. Jóvenes para toda la vida.

Nos referimos a los alumnos de la Universidad Abierta de Educación no formal de Adultos Mayores (Uni 3). Una entidad civil sin fines de lucro que surgió por iniciativa de un grupo de profesionales interesados en mejorar la calidad de vida de las personas mayores. Desde hace 4 años, Uni 3 dicta talleres de escritura, inglés, memoria, expresión corporal, computación, canto y teatro, destinados a personas mayores de 50 años. La universidad depende de la Red Iberoamericana de Asociaciones de Adultos Mayores y Uni 3 de Santa Fe y Córdoba.
“Nuestra finalidad es investigar la problemática de los adultos mayores, profundizar acerca de sus necesidades y lograr que continúen inmersos en la sociedad como uno más”, explicó María José Sesma, coordinadora general junto con Horacio Scaglia, quien además dicta el taller de expresión corporal en dicha universidad.
En total asisten alrededor de 90 personas con un promedio de edad de 70 años. Todas ellas comparten una expectativa en común: relacionarse con gente que tenga sus mismas inquietudes y ganas de vivir.
TESTIMONIOS DE LOS SUPER ABUELOS
Mary (70 años) hace 3 años que asiste al taller de expresión corporal y explicó que “consiste en el conocimiento del cuerpo a través de la mente. Uno a veces viene estresado o triste, pero cuando nos vamos de acá dejamos todo lo que hubiésemos querido expresar en otro momento”. “Hacemos cosas de jóvenes como bailar o volar. Volamos con la mente, y con el cuerpo nos expresamos”, agregó. Y definitivamente ellos vuelan, vuelan al ritmo de Astor Piazzola manifestando sus diferentes estados de ánimo.
Para Luis (69 años) no es tan fácil. “No logro la espontaneidad que ellas tienen”, confesó el único hombre del grupo. Rosa (79 años) es la mayor de sus compañeras y asiste al taller de expresión corporal desde sus comienzos. Ella empezó “como jugando” y confesó no sentir la edad que realmente tiene. Esta alumna aplicada practica en su casa todo lo que le enseña su profesora. Además, concurre al taller de memoria y muy decidida comentó que “también tengo pensado empezar muy pronto pintura”.
Abuelos cibernéticos
Rogelio (70 años) decidió comenzar a estudiar computación “ya que es una cosa que tenía pendiente”. Así fue como decidió comprarse una computadora y comenzar a estudiar para poder manejarla. Este súper abuelo cibernético se comunica con sus amigos a través de mails, y a raíz de algunos problemas de salud, confesó que “el estar siempre ocupado me ayuda a superar los inconvenientes físicos”.
Para Nina, quien decidió que la edad quede a criterio del lector, la computación es esencial para comunicarse e intercambiar fotos. “Antes, a los 50 años, desgraciadamente la mujer era vieja, tenía que sentarse en la sillita baja y permanecer inactiva. Pero en esta época las personas mayores tenemos otras inquietudes”, opinó esta asidua salidora y lectora, aficionada a toda clase de programas culturales y artísticos.

No hay comentarios: